Está abierto tanto para desayunos como para comidas; éstas consisten en un menú (a elegir entre 2 primeros, 2 segundos y 2 postres, aunque a veces tienen algún postre de “sugerencia” que hace las delicias de cualquier paladar) preparado íntegramente allí, es decir, nada de comida preparada, ni salsas ni nada, todo lo hacen ellos. Todo esta buenísimo y, lo más importante, siempre sano y saludable.
La filosofía de Blanc i Verd es que una comida sana en tiempos como los de hoy es necesaria, donde nuestra alimentación suele ser bastante precaria.